miércoles, 17 de septiembre de 2008

HAY UNA ESTRELLA CANTANDO EN EL CIELO...

Hoy sentí ganas de compartir con ustedes mi admiración profunda por una mujer maravillosa, una cantante talentosa, extraordinaria y dotada de una fortaleza enorme. Su nombre es SORAYA. Sin duda, una mujer de verdad, con todas las letras...
Han pasado ya dos años y cuatro meses de su ausencia física producto de un cáncer de mama al que le dio batalla hasta el ultimo momento, perdimos su presencia física, su forma de estar en el mundo... pero nos quedó su legado, su esencia en espíritu. Basta con escuchar sus bellas canciones para sentir, para creer en el amor y soñar que todo es posible. Ejemplo de ello son mis canciones preferidas, entre ellas: De repente, Quédate, Lejos de aquí, Casi, Sólo por ti, Cómo sería, entre tantas otras...

Estas son sus algunas de sus enseñanzas de vida:

1. Descubre quién eres y encuentra tu propósito en la vida.
2. Hazte cargo de tu propia vida.
3. Escucha atentamente tus propias lecciones y aprende de ellas.
4. Acepta tu realidad y aprende a vivir plenamente con ella.
5. Dale a los demás la oportunidad de ayudarte.
6. Descubre tu razón de creer.
7. Sigue adelante, pero ahora más fuerte que antes. "Si lo puedes visualizar, lo puedes lograr. Con esa posibilidad nace la esperanza".
8. Entrega todo de ti y deja tu huella.
9. Entrega tus sueños, esperanzas y cargas a Dios. “Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar; el valor para cambiar lo que puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia” (texto que la madre de Soraya leía cada día, y que más tarde leería ella misma).
10. Conviértete en tu propio héroe. Un héroe no tiene que vencer, un héroe no tiene que ser grandioso, un héroe puede ser una persona normal capaz de sobrepasar eventos extraordinarios con gracia y dignidad...

A continuación, les dejo la carta que Soraya le escribió a sus fans y amigos la noche anterior a su muerte:

“Soy cantautora, música y productora. He recorrido el mundo con mis canciones, he aparecido en incontables portadas de revistas, he conocido buena parte de los grandes ídolos que han influido en mi estilo musical. Las paredes de mi estudio están forradas de discos de oro y reconocimientos, y en estos últimos años me he convertido en una ferviente defensora de los pacientes y su portavoz. Pero no son estos los logros que más me enorgullecen. Soy además nieta, sobrina e hija de tres mujeres que murieron de cáncer de seno. Y escribo estas palabras como una mujer que ha superado el tiempo de vida proyectado desde su diagnóstico de cáncer de seno en un estado avanzado... Esta es mi historia, contada a través de sus vidas. Su ejemplo me enseñó el sentido de estar viva. De ellas heredé el valor para enfrentar lo incomprensible, con dignidad y amor. Me mostraron cómo vivir, cuando la vida misma está llena de incertidumbres y que la certeza de la muerte es un hecho inocultable. Me entregaron una herencia llena de retos físicos y emocionales. Cada una de ellas tomó opciones diametralmente distintas para afrontar la enfermedad y siento por tanto muchas veces que me dejaron unas claves indescifrables para poder escoger el mejor camino a seguir.

El camino no ha sido siempre fácil, sin embargo la esperanza, los sueños e ilusiones no han dejado nunca de estar presentes. Sueños de los cuales ustedes han sido cómplices incondicionales, algunas veces caminando a mi lado, cantando conmigo, o llevando mi mensaje de esperanza a esos lugares a los que físicamente no he podido llegar. Por eso, mil gracias.

Durante este tiempo juntos, las páginas de mi diario interno se han mantenido siempre activas. Algunas se han llenado con historias que muchos de ustedes han querido compartir conmigo por medio de e-mails o cartas, otras por experiencias vividas juntos y algunas más por pensamientos personales nacidos de su generosidad. De estas últimas páginas, he tenido el privilegio de compartir algunas en diferentes formas, mi página web, mis entrevistas, mis canciones, o en mis conciertos en donde sus aplausos alimentaban mi corazón. Últimamente estas páginas han dejado de ser internas y se han convertido en páginas compartidas, sólidas y llenas de sinceridad, creando un libro que espero sea la respuesta a muchas preguntas que no han sido aún elaboradas o contestadas.

El permitirme escribir mi historia me hizo confirmar que si bien las recompensas materiales son necesarias para el diario vivir, las recompensas espirituales son las que realmente me han permitido vivir ésta vida. Toda esa energía positiva, todo ese amor que un día logré compartir con ustedes lo he recibido siempre de vuelta multiplicado en un millón.

Gracias por abrir sus corazones a mi música, sin sus oídos mis canciones serían sólo un sueño. Mi arte ha sido siempre por ustedes y para ustedes. Espero que les permita sentir, pensar, apreciar, cuestionar, añorar y sobre todo, amar.

Mi jornada hoy día no es fácil, pero quiero que sepan que su apoyo incondicional ha estado siempre en mi corazón. No tengo duda que cada experiencia vivida, por simple o complicada que sea, ha contribuido a la sólida base de mi existencia y ha hecho que cada momento de mi vida sea especialmente importante. Como dije antes, he cumplido mi sueño y el día de hoy no puedo pedir más.

Mi misión empezó como un sueño y se convirtió en una realidad por ustedes. Hoy ha dejado de tener sólo mi voz y crece día a día por medio de las suyas. No importa si tuvimos la oportunidad de sonreír cara a cara o no, cada uno de ustedes ha sido y serán siempre una bendición para mí.

Mi historia física puede llegar a su fin, pero estoy segura que la que existe en el corazón de ustedes seguirá presente por la eternidad. Confío en que mi existencia dejará huella en la vida de ustedes beneficiando en un futuro a muchas mujeres y que la luz de mi vida iluminará la de muchas familias más. No hay dolor en vano porque la esencia de la vida consiste en trascender en los demás y en regalar el valor de mi experiencia y de mi lucha para hacer de sus días un mejor existir. Aun no alcanzamos la meta, pero se que día a día estamos mas cerca de ella. Hoy no pierdo esta batalla porque sé que lo que he luchado no es en vano, si no que ayudará a vencer una batalla mayor, la de la detección temprana y prevención de este terrible mal.

Ahora les toca a ustedes seguir con nuestra misión. Deseo de corazón contagiarles mi amor a la vida y que seas tú un canal que lleve a mucha gente este mensaje que puede salvarles la vida. Te pido comprendas la oportunidad que tienes ahora de prevenir un enemigo que puede acabar con tu vida.

¡No se dejen vencer! Hay mucho camino que recorrer y esta lucha vale la pena.

"...Cuando sólo escuchas el latido de tu corazón. Encontrarás entre su ritmo y el silencio la razón..."
Con amor,
Soraya.

Este es mi humilde homenaje a Soraya. Espero de corazón que su historia sirva como ejemplo para que muchas mujeres tomen conciencia de lo importante que es cuidarse y no deprimirse y luchar siempre ante este tipo de enfermedades. Ganarle a la deseperación y a la tristeza. Porque ese es el sentido de la vida... Como dice Soraya: “¡No se dejen vencer! Hay mucho camino que recorrer y esta lucha vale la pena”